Desde
la aparición del primer ordenador hasta nuestros días, la informática
ha evolucionado a velocidades vertiginosas, con dos objetivos muy
claros: facilitar el manejo y el acceso a grandes cantidades de datos y
reducir el tamaño y la movilidad de los equipos utilizados.
En
la sociedad de la información, las barreras y las distancias se vuelven
relativas. Hoy en día es fácil comunicarse con cualquier parte del
mundo, así como disponer de información procedente de cualquier empresa o
institución.
La comunicación se produce de forma instantánea, independientemente de la ubicación de los interlocutores.